Lunes 3
Nos levantamos tranquilamente en Bruesa´s House (nuestros anfitriones de Sabratha) donde habíamos dormido en una habitación grande cada uno, ya que varios de los expatriados que comparten la casa están ahora de vacaciones en España.
Después del desayuno y saludar a Nacho y compañía nos fuimos a las ruinas romanas. Muy bonitas.. Además éramos los únicos visitantes que había por allí…
Y unos metros a continuación de las ruinas, un magnifico baño en una cala, con las columnas romanas de espectadoras.
Nacho nos insistió para que comiéramos en la casa, así que no despreciamos la invitación, y después de una agradable sobremesa, nos preparamos para salir en dirección a Trípoli.
No íbamos a hacer muchos kilómetros ese día, ya que cuando apenas llevábamos 50, Alejandro pincha la rueda trasera. En seguida, un Libio con una Toyota Pick Up se nos ofreció para llevarnos a un taller a repararla.
Más de 5 Libios estaban en el taller que no pasaba de los 15 metros cuadrados y pensamos, que por lo menos uno de ellos, nos ayudaría a cambiar la rueda mientras los otros miraban. Nos equivocamos. Excepto para sacar la cámara y dar aire a la nueva, el resto lo tuvimos que hacer nosotros. Eso si, no nos quisieron cobrar nada.
Continuamos hacia Trípoli, y la llegada fue dura ya que tuvimos bastante tráfico y con las maletas no es fácil moverse en un atasco. Y lo peor, otra vez no encontrábamos Hotel para dormir. Todos llenos. Al final, y gracias a la ayuda de Ibrahim (un libio que comercia con España y que enseguida se ofreció a ayudarnos) encontramos algo bastante decente, y donde pudimos meter las motos en la recepción del hotel. Salimos a cenar con Ibrahim, y sobre las 12 regresamos al hotel.
Tanto Alex como yo, estamos asombrados con la amabilidad de la gente Libia. Enseguida te quieren atender, llevar, explicar…
Ahora, en cuanto a la conducción… eso cambia. Yo diría que Libia es el único país que conozco que no se infringen las normas de circulación, puesto que no hay normas… ja ja. TODO vale,
El tráfico es un caos, aunque te terminas acostumbrando.
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Un bañito que supo a gloria al lado de ruinas
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Sabrata con nuestros amigos de Bruesa,… unos cahondos!!!
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Por Fernando Sanchez Falcon
Martes 4
Después de dormir bastante bien en la suite que nos prepararon, bajamos a desayunar. Impacta ver las motos en la recepción del hotel… es una imagen que creo que no olvidaré….
Salimos a dar una vuelta por Trípoli, la plaza verde y la medina. Poco más que ver en la capital. En la medina nos recomienda un policía que nos metamos con las motos, la verdad es que no fue mala la idea, pero algunos vendedores con carritos tenían que apartarlos para que pudiéramos pasar, eso sí, siempre con buena cara y sonriendo. Las calles estrechas y con algo de movimiento de gente aunque poco a esa hora afortunadamente para ellos…jaja!!!
Camino ya de Sirt nos empieza a parar la policía. Papeles, documentación…. Los policías no pueden ser mas amables de lo que son, te paran, te piden la documentación, te dan una silla y te traen agua fría, te piden que les cuentes un poco el viaje mientras uno comprueba los datos y a seguir…. Ahhhh!!! Lo mejor de todo es que TODOS los polis te piden que salgas derrapando!!! Jajajaja si si de verdad, y lo que hago es hacerles un caballito, se quedan encantados… bueno, hasta me hacen fotos…. Es increíble!!!!
Por la carretera, los coches y camiones nos van pitando, dando largas, haciendo fotos desde las ventanas, se emocionan al vernos en las motos por su país…Fernando y yo, saludamos mas que el Papa o la Reina de Inglaterra.
En Sirt, la ciudad de Gadafi, no hay nada que ver, es como la mayoría de las ciudades de esta parte de Libia.
Llegamos al hotel de convenciones de Gadafi a dormir.
Alejandro Artiñano
Miércoles 5
Sobre las 9:30 y después de un desayuno en el salón hortera del Hotel de Sirt donde se alojaban un grupo de egipcias (por fin vemos alguna mujer!!) tomamos carretera rumbo al este en dirección a Benghazi.
Asfalto en buen estado y unos 400 kilómetros por delante.
Tomamos la carretera que va pegada a la costa, y podíamos notar la cercanía del mar, ya que la temperatura no era tan alta como en días anteriores.
La noche de antes tuvimos noticias de Rafa, que acababa de llegar a El Cairo, y como nos comentó que su moto tardaría unos días en llegar, decidimos tomarlo con calma y cuando llevábamos unos 100kms, no pudimos resistir la tentación de parar y darnos un baño.
Playa espectacular. Agua clara, arena blanca…y otra vez más para nosotros solos….
Y después del baño y algún problema para sacar las motos de la arena, seguimos ruta hasta Ajdabia donde nos alojamos en el Hotel África.
En la carretera de Trípoli en adelante, nos hemos encontrado numerosos controles de Policía. Es de resaltar la amabilidad con la que nos tratan.
En mis viajes en moto he ido descubriendo como es la Policía de cada país, y como la Libia, ninguna.
En Argentina, tratan de inventarse alguna infracción para que los sobornes. Y en Colombia, mientras te piden los papeles te apuntan con una metralleta, no vaya a ser que seas de la guerrilla. O en Paraguay que directamente te intentan robar…
Aquí en Libia, en el ultimo control que tuvimos ese día, se levantaron de la silla para dejarnos a nosotros la sombra y hasta nos sacaron una botella de agua mineral bien fresquita en medio de un sitio desértico… El único defecto: son todos del Barsa.
Por Fernando Sanchez Falcon
Localizacion 5 Agosto